El ermitaño había pasado muchísimo tiempo en las catacumbas de su alma, olvidando incluso su propio nombre. Sus incontables estudios le dieron la respuesta a secretos milenarios pero un día mirando desde su montaña comprendió que no tenía nadie a quién contarle sus descubrimientos. Observó como el eco se había transformado en su lenguaje y dejó caer una lágrima. Un día de tantos se dedicó a mirar una Estrella y de tanto mirarla parece que quedó hipnotizado. Luego de horas algo dentro de su corazón se quebró y desde el interior emergió una pequeña luz.
La luz había destruido su prisión.
Supo, entonces, que se había transformado en Sol.
2 Comentarios
Que hermosa forma de explicar una combinación.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado! Y muchas gracias por visitar la página.
EliminarUn abrazo y que tengas bonito finde. :)