Cuando joven una serie de sucesos me enseñaron que la justicia era algo más que ir a un juzgado, hacer denuncias o pedir castigo para los otros. Era algo más que esperar nuestro castigo por cosas que habíamos hecho. En circunstancias extrañas fuí testigo de como personas que habían obrado de una forma poco amorosa hacia mí o hacia otros, eran tarde o temprano alcanzadas por una especie de destino inexorable que cargaba sobre sus espaldas una tragedia o un suceso que marcaría para siempre sus vidas. Me dí cuenta que sin pedirlo ni asistir a edificio institucional alguno, aquellos que creían vivir con impunidad caían en las redes misteriosas de sucesos que parecían venir de una justicia atemporal y cósmica, que era mucho más potente que la frágil justicia humana. Era como si una fuerza inmensa y poderosa estuviera realmente observándonos y vigilando nuestros pasos, para dar a cada uno lo que merece y para castigar incluso a quienes la justicia terrenal no lograba alcanzar ni física ni burocráticamente. Todo lo que vi tanto en mi vida como en experiencias de otras personas, me hizo pensar en que hay un orden más allá de nuestras cabezas. Una institución espiritual que persigue y da a cada cual el resultado de sus acciones. Un orden que no necesita permiso alguno para entrar y actuar en nuestra vida. Fue así como vi caer a aquellos que creían estar a salvo de sus actos. Fue así como les vi sufrir accidentes de tráfico que les desfiguraron la cara, perder sus negocios o perder a alguien querido. Fue así como vi a verdugos caer y morir por raras y curiosas circunstancias, a vista de sus víctimas como si la intención del curioso destino fuera tranquilzarles y decirles a ellas: mirad! el Universo es grande y hay algo que funciona en el. Hay algo que más allá de toda estructura humana se mueve y sigue actuando para que a cada cual, tarde o temprano, llegue su regalo o maldición.
Carta: Justice.
Baraja: The Urban Tarot.
Diseñador: Robin Scott.
Web del diseñador: http://www.robinscottart.com
Comparto la canción utilizada para esta reflexión/canalización, que pertenece además a una película que vi anoche y que se llama Cloud Atlas, que habla de como a veces todos y todo parece estar conectado por nuestros actos más sencillos que repercuten en esta realidad y en todas las realidades o dimensiones circundantes. Y antes del video, adjunto una frase que se incluye en la misma peli...
Nuestras vidas no son nuestras. De la cuna a la tumba estamos conectados con los demás. Pasado y futuro. Con cada crimen y con cada acto de bondad damos nacimiento a nuestro futuro.
0 Comentarios