La simbología y psicología que hay en los rituales.



El único pero que pondría a los rituales, hechizos o utilización de artefactos de magia para lograr ciertos objetivos es la falta de información sobre su mecanismo de funcionamiento. Con esto no digo que los que ofrecen rituales deban dedicarse a hacer talleres introductorios a las personas para explicar de que va todo pero, al menos, deberían explicar las referencias simbólicas y psicológicas que existen detrás de ellos e informar, por ejemplo, que los movimientos y acciones físicas producen siempre un movimiento a nivel mental y emocional, que no es nada del otro mundo sino que encuentra respuesta en el condicionamiento mental y psicológico. Si te dedicas todos los días a besar una planta y decirle te quiero, inevitablemente te estás condicionando a una emoción positiva que además enlaza al cuidado por la naturaleza. Al contrario, si todos los días te dedicas a hablar pestes de tu vecino lo que estás cultivando en una actitud negativa y amarga que mientras más días la apliques más te consumirá en un estado anímico de mala vibración lo que eventualmente afectará tu cuerpo y entorno físico. Y sí, que esto no es magia hermética y misteriosa sino lógica pura y dura: la repetición de actitudes y acciones crean un hábito y el hábito crea luego un estilo de vida que contiene costumbres, rituales y un estado anímico alineado con todo lo anterior.

Entonces y volviendo sobre el tema de hechizos, rituales y acciones mágicas, podemos profundizar más allá y darle un contexto a todo eso con una explicación y justificación que permita tomar conciencia de lo que estás haciendo. No es lo mismo encender una vela blanca en tu hogar sin saber qué simboliza eso que saber la información adicional como por ejemplo saber que  el color blanco se asocia a purificación lo que sumado al fuego, un elemento transformador crea finalmente un ritual simbólico que pretende despejar y transformar la vibración de tu casa o tu estado anímico. La diferencia entre la primera situación y la segunda es que en la primera haces un rito por pura fe, porque te lo han dicho y tú lo repites como un robot sin entender el porqué usas esos elementos, en cambio en la segunda situación tú sabes qué significa cada cosa y por tanto el ritual tiene mayor fuerza porque además de tener intención le has puesto conciencia y lógica, lo que refuerza y fortalece el efecto de lo que estás haciendo. Ya mencioné antes que las cosas hechas desde la conciencia e información refuerzan un condicionamiento, potenciando todo lo que se desprenda de el, ya sea hacia el lado negativo o hacia el lado positivo. Entonces la propuesta que siempre hago cuando hablo con otras personas que buscan hechizos, rituales o cosas así, es que respeten profundamente esos actos pero que al mismo tiempo se informen del contexto por el cual estos ejercicios se ofrecen, que conozcan las nociones básicas de simbología y entiendan la relación entre lo que hacen y los artefactos que utilizan. Eso para evitar cosas como que te pidan quedar en bolas en medio de una calle con una sandía en las manos y una gorra de color amarillo pollo, sin saber porqué.

Todo lo anterior lo expreso desde el cariño a estos ejercicios porque yo mismo los he llevado a cabo poniendo intención pero también conciencia en lo que estoy haciendo, lo que finalmente me ha reportado beneficios y sorpresa al ver cómo acciones de este tipo puede realmente cambiar la realidad, algo que yo explico con lo que ya he mencionado más arriba sobre el condicionamiento de la conducta. A final de cuentas creo que si somos energía y un montón de átomos amontonados que vibran constantemente no me resulta extraño que, en algún punto, lo que yo hago produzca una variación o vibración distinta en todo lo que me rodea, transformando literalmente la realidad, una perspectiva que explicaría el concepto esotérico del mago y mostraría a este personaje no como un ser mítico y de cuento sino como una persona de a pie que ha tomado conciencia de su poder y sabe a ciencia cierta que todo lo que haga siempre moverá átomos y emociones allí en dónde ponga su intención. 

No debería ser herejía preguntar ¿por qué debo usar una vela de ese color? ¿por qué debo usar esos artefactos específicos? ¿por qué un cuenco de metal y no de madera? ¿por qué debe ser a medianoche y no a la hora de la siesta? ¿para qué debo consagrar lo que utilizo? ¿Qué significa ese símbolo que me han dicho debo formar con lo que sobre de aquello que he quemado? ¿para qué todo esto? finalmente no se está pidiendo algo imposible sino algo de sentido común, que es saber un poco más de aquello que hacemos, queremos y creemos.

Para finalizar hay historias que me encantan como la que leí una vez en un libro que explicaba el porqué algunas tribus bailaban o golpeaban con sus dedos el suelo en un ritual destinado a producir la lluvia. La explicación que se daba es que ellos hacían eso para reproducir el sonido que hace la lluvia al caer al suelo, entonces al hacer eso recreaban el entorno que ellos deseaban, acompañado siempre de su deseo y firme creencia en el ritual. Ahora bien ¿habrá resultado alguna vez? ¿habrán producido la lluvia esos rituales ancestrales? aquí pienso en lo siguiente: detrás del montón de huesos, vísceras, venas y células somos átomos y pura energía conectada a todo lo demás ¿por qué no habría de crear un impacto el ritual ancestral de la misma forma en que la acción  ínfima de un átomo puede crear una enorme y poderosa reacción en cadena? mientras no lo sepamos un ritual será, al menos, una excelente forma de expresar nuestras intenciones y voluntad,

Para leer otros artículos sobre rituales AQUÍ.


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