Ender es un chico superdotado que ha sido elegido para pertenecer a las fuerzas militares organizadas del mundo que se preparan para el regreso y ataque de una especie alienígena que hace cincuenta años atrás se había enfrentado a los habitantes de la Tierra dejando millones de muertos. Debido a su inteligencia Ender es entrenado en complejos juego de guerra mezclados con una tecnología de última generación en dónde día a día se verifica su nivel y valía. Al superar una serie de pruebas fundamentales asciende rápidamente a la dirección de una escuadra de otros jóvenes superdotados que experimentarán una profunda transformación al enfrentarse a aquellos seres que durante largos años han sido presentados ante sus ojos como el principal enemigo a destruir.
ASPECTOS SIMBÓLICOS
EL JUEGO DE ENDER va mucho más allá que una película bélica y futurista ya que no solo se detiene en sus espectaculares efectos especiales y los curiosísimos juegos de guerra que presenta sino que toca en profundidad la psicología que se establece en una guerra, en dónde nos adentramos en la mente de la raza humana que expone una verdad que cuadra perfectamente con la realidad que experimentamos hoy: nuestra agresividad no es más que la respuesta ciega al miedo que sentimos frente a todo aquello que no nos resulta conocido. Así mismo en la película queda patente el hecho de cómo la inmensa infraestructura de guerra de la tierra se sostiene frente a la ignorancia de los comandantes que en realidad no conocen realmente a su enemigo. Ender, el protagonista, representa en este caso un nivel de conciencia que es capaz de ir más allá del clásico ojo por ojo y diente por diente para revelarse frente a una realidad militar que a lo largo de la película va sintiendo que no le pertenece, produciendo en él una disyuntiva que se mueve entre cumplir con lo que le exigen sus superiores y oír la voz de su intuición que a través de sueños e imágenes oníricas le conectan con la raza alienígena que parece susurrarle un mensaje importante no solo para él sino para toda la humanidad.
En un subnivel más profundo la película habla de la forma en que interactuamos con la sombra o todos aquellos aspectos con los cuales estamos enemistados, presentado así la batalla metafórica que tenemos con nuestros enemigos (reales e imaginarios) y que no es más que el resultado de la desinformación y falta de conciencia respecto a nuestra verdadera naturaleza humana que no busca matar y destruir sino ir más allá y entender con sabiduría al enemigo y todo aquello que nos parece una amenaza. De esta forma nosotros al igual que Ender somos entrenados y educados para pelearnos con aquello que no entendemos hasta que un día nos damos cuenta que hay un importante re-aprendizaje que hacer allí.
Cuando veas la película intenta imaginar que la raza alienígena es todo aquello que rechazas u odias y cuando veas a Ender intenta verte a ti mism@ dividid@ entre las programaciones implantadas en ti y la voz de tu intuición que parece conectarte con otras verdades más profundas. Quizá te suceda como al protagonista de esta película que al final de la película realiza un descubrimiento insospechado que le lleva a conectar con su verdadera misión en el Universo.
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