Aquarian Tarot fue la primera baraja que me compré. Recuerdo que la vi en el escaparate de una librería esotérica y lo que más me llamó la atención fue la apariencia de la carta La Templanza que aparece en la caja. De hecho, en un principio la confundí con El Diablo. En ese tiempo, hace casi 17 años, recién me estaba iniciando en el tema del las barajas, así que no tenía claro todos los diseños que podían haber para una sola carta.
Lo que inicialmente me gustó de la baraja fue su diseño atípico que se aleja de las imágenes del Marsella y del Rider Waite. Aunque mantiene ciertos paralelismos, especialmente en los arcanos menores.
Aquarian Tarot y el Art Decó
Lo primero en lo que uno se fija al mirar la baraja de Aquarian Tarot, es que todos los personajes son pálidos y algo inexpresivos. Como si el diseñador, David Palladini, no quisiera que ese fuera el foco de atención. De hecho, le pone mucho más empeño y colorido a los trajes de los personajes, cómo si eso representara mucho mejor el concepto que abarcan.
La baraja está dibujada con un estética Art Decó, un estilo de diseño industrial popular entre 1920 y 1940. Las claves de este estilo radican en líneas firmes y rectas, uso de figuras geométricas y ángulos afilados y alargados. El resultado final son imágenes muy elegantes y estilizadas que transmiten un orden inherente, con un concepto de máquina o engranaje. Para algunos, este diseño puede dar la sensación de imágenes cuadradas o demasiado simétricas. Así que no lo recomiendo para personalidades más anárquicas y que gustan de diseños más naturales y expresivos.
Colores
La paleta de colores se mueve por los tonos pasteles y el número de matices es reducido. Esto le da a la baraja un apariencia de uniformidad. Obviamente, si eres más de colores intensos y casi fosforescentes, yo que tú me compro otra baraja.
El porqué de sus personajes inexpresivos
Luego de años usando la baraja saqué mi propia conclusión sobre por qué los personajes resultaban tan inexpresivos. Algo que luego pude confirmar al descubrir que la baraja se vendía con un libro llamado Psychic Tarot del autor Craig Junjulas.
En el libro se explican los métodos de lectura y queda patente que el tipo de interpretación debe ser más conceptual que visual. Algo que podríamos definir como Lectura Psiquica, que aunque suena muy esotérico se podría traducir como Lectura Psicológica.
Cuando hablo de Lectura Psicológica me refiero a la que investiga los conceptos de carta y deja en segundo plano el aspecto visual, que en algunos casos también puede ser usado.
Esto explica esa insistencia de David Palladini por crear personajes muy pálidos e inexpresivos, al que apenas les vemos las facciones del rostro. Parece que intentaba desviar la atención hacia el concepto de la carta, más que a los detalles del diseño, que los hay pero en algunos casos parecen decorativos.
Calidad de los materiales y editor
Las láminas de cartón son gruesas y de buena calidad, en comparación a otras barajas que he tocado y que tienen una calidad que deja bastante que desear.
Mi primera baraja debe tener fácil más de diez años y aún la sigo usando, especialmente en mis consultas telefónicas. Los colores se han desgastado un poco, aunque me parece normal dado el uso que le he dado. En circunstancias y paisajes tan dispares como la playa, el campo o lugares en donde nunca me imaginé que leería las cartas. Así que las pobres han resistido muy bien el paso del tiempo y doy fe de la calidad de sus materiales e impresión.
La casa editorial que distribuye la baraja es U.S Games Systems Inc, que me he acompañado hace años y que hace acto de presencia en otras barajas que tengo del mismo distribuidor.
Ellos se han encargado de rescatar los diseños del gran David Palladini, que tiene además una extensa lista de trabajos gráficos que merece la pena revisar en internet. A mi, al menos, me encantan. Así que algo de Art Decó debo tener en la sangre, de seguro.
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