Hace poco vi a un tarotista decir que lo suyo no era el aspecto
predictivo. Cómo si ese fuera un intento vano e inútil por responder a
preguntas sin sentido. Y no niego que cuando oigo cosas así, algo se me
retuerce al ver la profunda contradicción del ser humano. Que por un
lado niega el fenómeno real de la predicción y al mismo tiempo se llama a
sí mismo ser completo, espiritual e integral. Me doy cuenta de la
ignorancia enquistada que hay en esa mentalidad hippie y de buen rollo que dice "no te quiero condicionar".
El mundo se mueve en torno a sinfín de procesos predictivos. El ser
humano es una máquina predictiva. Vivimos rodeados de predicciones del
tiempo, predicciones económicas, predicciones geopolíticas. Estamos en
un tablero de ajedrez en donde anticiparse es un recurso importante. No
por nada las grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook usan
sistemas predictivos, para anticipar los intereses de los usuarios y así
ofrecerles publicidad u otros servicios. La vida constante es una
mezcla de predicción y sucesos ocurriendo en tiempo real. Por lo mismo,
negar el aspecto predictivo, taparse los ojos y creer que no existe es
un acto de salvaje ingenuidad. Un acto de profunda ignorancia en el
actual sistema de cosas.
En el caso de Isaac Asimov, sorprende
ver cómo predijo lo que luego sucedió. Pero conviene aclarar que no fue
por magia u ocultos designios. Él como nosotros, fue hijo de su época y
acumuló en su mente la suficiente información para definir hacia donde
iba el mundo. Mezclando el conocimiento técnico y su imaginación,
anticipó hechos con curiosa precisión. Él es uno de tantos ejemplos que
demuestran que la predicción es algo tangible. Por tanto, urge analizar
esa capacidad. Urge conocer el cerebro y la mente. Urge anticiparnos a
lo malo, para mejorarlo.
Así que tú, tarotista hippie y buen
rollo, no nieges el aspecto predictivo. Pregúntate antes por qué el
fenómeno sucede y profundiza en el. No huyas ni corras despavorido,
envuelto en los miedos del condicionamiento. Sé razonable. Observa lo
útil que es el aspecto predictivo pero no desde el miedo sino desde la
sabiduría. Admite su existencia porque así estarás demostrando que eres
plenamente consciente del mundo que habitas.
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