¿La turmalina negra puede absorber ondas electromagnéticas?

La turmalina negra es un mineral con propiedades únicas en relación con la absorción de ondas electromagnéticas. La causa física de esta capacidad se atribuye principalmente a su estructura cristalina y su composición química. 

En el ámbito esotérico no se suele explicar mucho esta función desde la parte estrictamente científica. Es por eso que he preparado este artículo para que te regocijes con información técnica, unida con el otro aspecto igualmente importante como es la espiritualidad y las emociones. 💖

Por qué la turmalina negra puede absorber ondas electromagnéticas

La turmalina negra está compuesta principalmente de silicatos complejos, que contienen elementos como aluminio, hierro, magnesio y otros metales. Su estructura cristalina presenta una disposición desordenada de átomos, lo que crea una red compleja de canales y cavidades dentro del mineral.

Estos canales y cavidades pueden interactuar con las ondas electromagnéticas de diferentes maneras. Por esto mismo, el mineral tiene la capacidad de generar cargas eléctricas en su superficie cuando se le somete a presión o se calienta. Esto se conoce como efecto piezoeléctrico. Estas cargas eléctricas generadas pueden interactuar con los campos electromagnéticos presentes, lo que resulta en la absorción de parte de la energía de las ondas.

Además, la estructura cristalina desordenada de la turmalina negra produce una gran cantidad de interfaces y discontinuidades en el material. Estas interfaces actúan como barreras para las ondas electromagnéticas, haciendo que parte de su energía se disipe en forma de calor al atravesar el material.

En conjunto, el efecto piezoeléctrico y la estructura cristalina desordenada de la turmalina negra contribuyen a su capacidad para absorber las ondas electromagnéticas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la capacidad de absorción de la turmalina negra es limitada y puede variar dependiendo de factores como la frecuencia y la intensidad de las ondas electromagnéticas involucradas.

¿Cuántas ondas electromagnéticas puede absorber la turmalina negra?

La turmalina negra tiene la capacidad de absorber una amplia gama de ondas electromagnéticas, pero su eficacia puede variar según la frecuencia y la intensidad de las ondas.

Las ondas electromagnéticas que pueden ser absorbidas por la turmalina negra incluyen, pero no se limitan a:

Ondas de radio

Estas ondas tienen baja frecuencia y son generadas por transmisiones de radio y televisión, así como por telefonía móvil.

Microondas

Estas ondas tienen frecuencias más altas que las de radio y se utilizan en tecnologías como hornos de microondas, comunicaciones inalámbricas y radares.

Infrarrojo

El infrarrojo es una forma de radiación electromagnética que se encuentra en el espectro entre las microondas y la luz visible. Se emplea en aplicaciones de calefacción, control remoto y tecnología de visión nocturna.

Luz visible

La turmalina negra puede interactuar con la luz visible, aunque su capacidad para absorberla puede variar. Algunas turmalinas negras exhiben propiedades ópticas, como la polarización selectiva de la luz.

Rayos X y rayos gamma

Estas son formas de radiación electromagnética de alta energía que se usan en aplicaciones médicas y de investigación.

Es importante tener en cuenta que la turmalina negra no puede absorber todas las ondas electromagnéticas por igual y su capacidad de absorción puede depender de la composición exacta de la muestra de turmalina, su calidad y otros factores.

¿Cómo afectan las ondas electromagnéticas en el cuerpo?

Las ondas electromagnéticas pueden tener diferentes efectos en el cuerpo humano, dependiendo de su frecuencia, intensidad y duración. Aquí se presentan algunos de los posibles efectos:

Efectos térmicos

Las ondas electromagnéticas de alta frecuencia, como las microondas, los rayos infrarrojos, la luz visible y los rayos X, pueden generar calor en los tejidos del cuerpo. La exposición prolongada a niveles altos de estas ondas puede provocar efectos térmicos adversos, como quemaduras o daños en los tejidos.

Efectos biológicos

Algunas ondas electromagnéticas pueden interactuar directamente con los tejidos biológicos. Por ejemplo, los rayos X y los rayos gamma tienen la capacidad de ionizar los átomos y las moléculas, lo que puede dañar el ADN y causar mutaciones celulares. Esto puede aumentar el riesgo de cáncer y otros problemas de salud.

Efectos en el sueño y el ritmo circadiano

La exposición a la luz azul de las pantallas de dispositivos electrónicos antes de dormir puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Esto puede afectar negativamente la calidad del sueño y perturbar el ritmo circadiano.

Efectos en la salud mental

Algunos estudios sugieren una posible asociación entre la exposición crónica a campos electromagnéticos de baja frecuencia y un mayor riesgo de problemas de salud mental, como el estrés, la depresión y la ansiedad. Sin embargo, la evidencia científica sobre estos efectos es limitada y se necesitan más investigaciones.

Es importante destacar que los niveles de exposición a las ondas electromagnéticas en la vida cotidiana suelen ser muy bajos y no representan un riesgo significativo para la mayoría de las personas. Sin embargo, en ciertos entornos ocupacionales o en casos de exposición excesiva o prolongada, es importante tomar precauciones y seguir las pautas de seguridad establecidas por las autoridades competentes.

¿Cuál es la relación entra la capacidad de absorber ondas electromagnéticas de la turmalina negra y la creencia de que este mineral puede proteger de las malas energías?

La creencia de que la turmalina negra puede proteger de las malas energías o emitir propiedades curativas se basa más en la tradición y la espiritualidad que en la ciencia. La capacidad de la turmalina negra para absorber las ondas electromagnéticas no está directamente relacionada con su supuesta capacidad de proteger de las malas energías. No, al menos, con pruebas empíricas y demostradas.

Sin embargo, no se puede negar que la idea de que ciertos minerales tienen propiedades energéticas o espirituales ha existido en muchas culturas desde hace mucho tiempo. Algo que podría considerarse una derivación en forma de creencia del conocimiento comprobado que tenemos sobre la forma en que los minerales interactúan con las ondas electromagnéticas. Una condición física que no deja de ser bastante curiosa e importante.

Cabe recordar que la luz es una onda electromagnética que aporta energía y que puede interactuar con minerales que dependiendo de su forma (cavidades, ángulos de su diseño) podrán modificar esa onda, proyectándola hacia otras direcciones con una longitud de onda diferente. Algo que explicaría, por ejemplo, el cambio de color de algunos tipos de roca expuestos a diferentes espectros como, por ejemplo, la luz ultravioleta. También explica el fenómeno de la refracción y el pleocroísmo.

Por otro lado, definir si la envidia y los sentimientos malos de los seres humanos son energía que pueda viajar por el espacio como lo hacen las ondas electromagnéticas ya es otra cosa. No hay estudios al respecto, pero no por eso quiere decir que esa idea sea una absoluta gilipollez. Si eso, lo lógico sería crear un marco teórico para definir si los sentimientos que expresamos cuentan como un tipo de energía u onda cuantificable.

¿Las personas hacen lo mismo que la turmalina negra?

Podríamos decir que un ser humano actúa, metafóricamente, como lo hace un mineral. Puede recibir ciertos estímulos externos, para luego modificar esa información y devolverla al exterior.

En función de eso, el ser humano decide, por su contextura psicológica, como expresar sus sentimientos hacia afuera y que serán la suma de sus propios sentimientos, combinados con los sentimientos que recibe desde el exterior. Algo metafóricamente parecido a lo que hace el mineral cuando recibe una onda de luz desde el exterior. Primero la recibe y en función de sus cavidades y ángulos, envía la luz hacia afuera de una forma distinta de cómo la ha recibido.

Visto así, suena bonito pensar que una persona es su propio amuleto transmutador de las emociones externas. Esto, porque, técnicamente, tiene un sistema para elegir cómo procesar las emociones que recibe y luego expresarlas hacia el exterior. Lo que dependerá, finalmente, de la conciencia que tenga de sí misma y del nivel de maestría que tenga para procesar sus propias respuestas frente a los estímulos externos.

Entonces, llevar un mineral como la turmalina negra funcionará como un recordatorio de la forma en que nosotros mismos, al igual que la turmalina, podemos cambiar aquello que recibimos para enviarlo o expresarlo de manera distinta al exterior.

Si me llegan emociones negativas de terceros, puedo elegir procesar y cambiar eso, para enviar al exterior emociones positivas y constructivas. Puedo refractar algo distinto, siempre.

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Artyangel (Pixabay)

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