Si en una consulta de tarot una persona pregunta por la situación de una relación sentimental y aparecen en la tirada de cartas personajes con la espada en alto, tal como aparece la Reina y el Rey de Espadas, uno podría sospechar que en esa relación hay algún tipo de problema que genera tensión. Es cierto que, dependiendo de la baraja que se use, los personajes pueden verse algo distintos, pero es bastante difícil que alguien pueda interpretar estas cartas como un ambiente de armonía y buen rollo.
UNA RELACIÓN PASIVO AGRESIVA
Las relaciones en donde predominan estos dos arcanos no necesariamente tienen que ser violentas o con un mal rollo constante. A veces, pueden referir a parejas o relaciones familiares en donde sin haber ataques directos, sí se huele en el aire algo denso, como un conflicto que lleva mucho tiempo incubando, pero que no termina de estallar. Este ambiente también se puede describir como pasivo agresivo.
Un buen ejemplo de relación pasivo agresiva sería el de dos personas divorciadas que se odian pero que prefieren mantener una actitud tranquila y en armonía, para no perjudicar la estructura familiar o a los hijos. Así, los progenitores parecen estar con la espada en alto, listos para atacar o señalar al otro, pero nunca dejan caer su espada sobre la cabeza del otro, precisamente por ese frágil equilibrio que se parece a los tiempos de la guerra fría.
EXPERIENCIA EN CONSULTAS
Basándome en mi experiencia durante los años que llevo leyendo las cartas, debo decir que prácticamente la totalidad de lecturas en donde hay predominancia de personajes con la espada en alto, anuncian algún tipo de conflicto o tensión inherente. Esto luego es confirmado por el propio consultante, que me cuenta los detalles, después de yo haber hecho una lectura a ciegas, sin saber nada del asunto.
En algunos casos el conflicto es gordo, incluso con violencia física, aunque estos casos representan un porcentaje mucho menor en comparación al total. Quizá un 10% del total de lecturas registran maltrato físico declarado. En el 80% restante se encuentran las relaciones tensas, con gritos, insultos y discusiones repetitivas que giran en torno a los celos u otros problemas en donde, a veces, también pueden involucrarse familiares. También en este grupo están las relaciones pasivo agresivas, muy discretas, en donde en apariencia hay un trato educado entre las partes, cuando por dentro cada una quiere estrangular a la otra.
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